¿Por qué La Serena tiene tantas iglesias? - Plan Serena

¿Por qué La Serena tiene tantas iglesias?

Share This

La ciudad de La Serena también es conocida como la ciudad de los campanarios, para muchos símbolo inequívoco de una sociedad colonial altamente religiosa e influida transversalmente por la autoridad de la iglesia católica, por esta razón la población habría invertido buena parte de sus recursos en la construcción de templos. Sin embargo esto puede ser una explicación muy reduccionista a la hora de explicar un fenómeno tan dinámico como el mismo progreso de la ciudad. En este artículo tratamos de responder como fue que La Serena se le llamó la ciudad de los campanarios.

Las Iglesias de La Serena

Las iglesias del casco histórico de la ciudad de La Serena son en total trece, cinco de ellas están construidas en piedra constituyendo los últimos vestigios originales del periodo colonial, ellas son La Merced, San Francisco, Santo Domingo y San Agustín. La Catedral de La Serena que también esta construida en piedra fue levantada a partir de 1844 por lo tanto es de origen republicano y junto a San Francisco y Santo Domingo son consideradas monumentos nacionales. A este reconocimiento se suma Santa Inés, San Juan de Dios y La capilla y el claustro de la casa de la Providencia lo que da un total de siete monumentos nacionales. Las otras iglesias de la zona típica son Santa Lucia, Nuestra Señora del Tránsito, el monasterio de las Carmelitas descalzas y las capillas de los colegios Sagrados Corazones y Salesianos. A este listado podrimos sumar aquellas que ya están desaparecidas como el caso de la capilla de los frailes Capuchinos instalados a los pies de la colina el Pino, la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús la cual fue demolida por los severos daños causados por el terremoto de 1997 y finalmente la iglesia primitiva de los frailes agustinos que se encontraba en la esquinas de las actúales calle Brasil y Matta, en la actualidad estos frailes ocupan el templo ubicado a un costado de la Recova el cual originalmente fue de los jesuitas y posteriormente a su expulsión en 1776 el cabildo traspaso los bienes a los agustinos.

Las Iglesias del periodo colonial

Iglesia de San Agustín
Para buscar la explicación a tan alto número de iglesias hay que remontarse al periodo de conquista e instalación de la iglesia en el territorio. Los primeros sacerdotes que llegaron a Chile venían acompañando a la hueste en calidad de capellanes, de hecho los primeros sacerdotes que vienen junto a Diego de Almagro y Pedro de Valdivia son de la orden Mercedaria, a ellos se les asigna la primera presencia religiosa de Chile siendo Rodrigo de Quiroga el benefactor de los frailes entregándoles el solar que hasta el día de hoy ocupan en la capital a escasas cuadras de la plaza de Armas. A ellos lentamente se les sumaron los Franciscanos y Dominicos quienes al igual que los Mercedarios comenzaron a padecer un problema de carácter administrativo ya que era muy difícil tomar decisiones que influían en la vida comunitaria como por ejemplo la administración de los bienes o el gobierno local, razón por la cual las discusiones se resolvían en la casa provincial de estas congregaciones la que para estos efectos se encontraba en Cuzco y la ciudad de los reyes, la actual Lima, por lo que una respuesta podría demorar meses e incluso años.

La solución a esta burocracia colonial se comenzó a vislumbrar en la medida que se fueron fundando ciudades donde instalar una casa conventual, de esta manera al existir un territorio con tres conventos activos era posible agruparlos en una provincia y de esta forma establecer un gobierno local evitando la intervención de la curia ubicada en la metrópolis virreinal. Por esa razón a los pocos años de fundada las ciudades de Concepción y La Serena las órdenes religiosas se apresuraron en levantar sus iglesias. Por otro lado desde la refundación de la ciudad de La Serena esta se encontraba en un territorio controlado por lo que no se corría el riesgo de levantamientos indígenas similares a los que ocurrían en las zonas de frontera en el sur del país, esto benefició la instalación de estas congregaciones en nuestra ciudad y a la rápida incorporación de estas en la vida social, como por ejemplo cobrando capellanías por la evangelización en las doctrinas y curatos del valle de Elqui, atendiendo a los españoles y enterrando a los primeros vecinos al interior de las primeras iglesias las que debieron ser de material muy modesto, principalmente de adobes y techos de totora, por cuanto en la región escaseaban maderas que permitieran la confección de las gruesas vigas necesarias para los techos y puertas, el punto de inflexión lo tendrá el asalto del pirata Bartolomé Sharp en 1680 quien incendio los templos transformándolos en ceniza, a partir de esta situación las iglesias comenzaran a ser levantadas en piedra para evitar tanto los incendios como para enfrentar la fuerte actividad sísmica de nuestro país.
Consideremos que cronistas de la época señalaban que durante gran parte del siglo XVIII La Serena contaba con más religiosos que vecinos, por lo que en las actas del cabildo quedo registrado el reclamo por las constantes ofrendas que debían hacer a las órdenes religiosas, para mantener las capellanías y otros servicios espirituales. Para esos tiempos coloniales la iglesia principal recibía el nombre de Matriz y ocupaba el mismo lugar que hoy tiene la catedral. Por otro lado las ermitas de Santa Inés y Santa Lucía habían surgido como pequeños oratorios instalados a las afuera de la villa, más parecidos a unas animitas que a las actuales iglesias de adobe que conocemos hoy en día.

Interior de la Iglesia de San Francisco
Como podemos ver durante el periodo colonial tenemos un lento proceso de instalación de cinco órdenes y una iglesia principal, además de pequeños oratorios levantados en la periferia que derivaron en las iglesias de adobe y podemos ordenar de la siguiente forma; La Matriz (catedral), La Merced, San Francisco, Santo Domingo, San Agustín (antigua iglesia de los Jesuitas, iglesia actual), San Agustín (Brasil esquina Matta), las ermitas de Santa Inés y Santa Lucia, la capilla de san Miguel de la Chimba (actual El Transito) y la del Hospital (actual San Juan de Dios).

Las Iglesias del periodo republicano

Catedral de La Serena
Una vez consolidada la independencia la región de Coquimbo experimentó un lento pero sostenido crecimiento económico resultante de la actividad minera, lo que motivo a muchos arquitectos  extranjeros a radicarse en la región para incorporar las técnicas constructivas que dieron como resultado no solo iglesias tan maravillosas como Santa Inés y San Juan de Dios, sino que también las casas con patios interiores que actualmente aún resisten al paso del tiempo. Este auge económico significó el desarrollo de nuevos barrios que también necesitaron de la atención espiritual, tal es el caso del sector conde actualmente se encuentran los liceos Gabriela Mistral y Gregorio Cordovez, lugar donde a mediados del siglo XIX se erigieron las capillas de las religiosas de La Providencia y de las Carmelitas Descalzas, asi como el Seminario Conciliar y los Sagrados Corazones. Esta situación constituye una segunda gran oleada constructiva de templos lo que terminó por reafirmar los campanarios en el paisaje serenense.

Interior de la Catedral de La Serena
Por otro lado este importante desarrollo minero sumado a los ideales liberales hizo surgir las obras de filantropía entre los acaudalados vecinos, tal es el caso de la célebre Juana Ross de Edwards quien financió la construcción del claustro de la religiosas de la Divina Providencia para establecer allí una casa de huérfanos. Otros benefactores contribuyeron a la construcción del monasterio de las Carmelitas Descalzas y la iglesia católica hizo lo suyo con la edificación del Seminario Conciliar y la construcción de la capilla que actualmente lleva el nombre de Santa Lucia, aunque es necesario indicar que la primitiva ermita de Santa Lucia se encontraba en la esquina de las actuales calles Cantournet e Infante, donde hoy está el gimnasio del Liceo Gregorio Cordovez.

Las ultimas iglesias

Curiosamente las últimas iglesias construidas son también las primeras en desaparecer. Los frailes Capuchinos que llegaron a La Serena en XXX construyeron su convento en el sector que hoy conocemos como barrio Capuchinos, frente a la actual rotonda de calle Juan Cisternas y Amunategui. La Iglesia fue demolida para dar paso a la población según el nuevo ordenamiento territorial propuesto por el Plan Serena. Por otro lado la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús fue una de las primeras construcciones de concreto, esta materialidad y el mal diseño arquitectónico le causaron severos daños después del terremoto de octubre de 1997. Finalmente una de las últimas levantadas fue el Santuario de María Auxiliadora perteneciente a la congregación Salesiana la cual fue consagrada en 1938.   

Iglesia de Santa Inés
Las iglesias de La Serena son un sello patrimonial indiscutido para nuestra ciudad ya que en ella está contenida buena parte de nuestra historia, es el reflejo de nuestro pasado colonial así como los vestigios evidentes del periodo de la bonanza minera del siglo XIX. Este mismo transcurrir en el tiempo diferenciándolo en dos periodos uno motivado por la administración eficiente de la vida comunitaria de las órdenes religiosas así como para agilizar su proceso de instalación e influencia en la vida social de la entonces Capitanía General de Chile durante el el periodo colonial, y un segundo periodo en el siglo XIX donde se reflejara la obra de arquitectos extranjeros y los recursos aportados por los vecinos más pudientes, demostrando asi un dinamico proceso que se verá beneficiado por la baja altura de nuestros edificios los que permiten ver por sobre las rojas techumbres de La Serena las esbeltas figuras de sus campanarios elemento fundamental de nuestra identidad actual.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Lugares Patrimoniales de La Serena