Es uno de los edificios mas emblemáticos de la ciudad, ya que desde su ubicación se proyecto la urbe en sus primeros años y el lugar que hoy ocupa fue de uso sagrado, mas su presente es de proyección mucho mas secular. Estos son algunos de los antecedentes históricos de la Iglesia de Santa Inés.
Santa Inés en el Mundo Cristiano.
Santa Inés es una mártir de los primeros años del cristianismo romano, su historia se cuenta en las actas de santos y mártires del siglo V. La tradición indica a esta beata adolescente como hija de ciudadanos romanos que desechó a sus pretendientes a causa de su devoción por Cristo. Murió decapitada según los edictos de la persecución de Dioclesiano y su cuerpo enterrado en la Via Nomentana, en Roma, Italia, lugar donde se levanta la basílica en su honor. Su atributo es un cordero, ya que la raíz latina “Agnes” la relaciona con el “Agnus” o cordero de Dios, por esta razón en su fiesta del 21 de enero se bendicen las ovejas de las que se usarán su lana para la confección de los palios arzobispales.
Durante la conquista y evangelización de América la figura de la santa esta entre las más comunes devociones, sobre todo de los primeros conquistadores por cuanto se levantan numerosos templos en su honor de origen muy temprano y representa uno de las santas más comunes dentro de la sociedad novohispana.
Orígenes tradicionales: La Conquista.
Con el proceso de sometimiento de los indígenas sera necesario establecer una pequeña fortificación para la hueste dirigida por Francisco de Aguirre acampe, por lo que el emplazamiento del campamento refundacional se realiza bajo un punto reconocible desde la distancia, ante esto es de suponer que la palmera de la actual calle Almagro tiene que haber servido como un punto referencial. Estas razones estratégicas justifican la tradición local que indicado a la palmera que se levanta frente a la mencionada capilla fue el lugar desde donde el capitán Aguirre dispuso el emplazamiento de la ciudad e hizo entrega de las primeras tierras y encomiendas de indígenas a los peninsulares que le acompañaron (Concha 1971).
Este hecho remontaría los orígenes de la ermita de Santa Inés al año de 1549, un evento como la fundación de una villa habría implicado una misa o liturgia por lo tanto es posible concebir la idea de que ese lugar era reconocido como un lugar donde se realizaran los oficios religiosos en los primeros años de ocupación.
Lo cierto es que Santa Inés junto con Santa Lucia son las dos ermitas construidas desde la fundación de La Serena para fijar los límites iniciales de la ciudad siendo lo más probable una forma de señalizar el área de acceso de la ciudad por el norte, en el caso de Santa Inés y por el sur en el caso de Santa Lucia. Las ermitas en el contexto de la fundación de ciudades obedecen a pequeños oratorios sin ser necesariamente capillas donde se desarrolle un culto activo, suponemos que una vez establecida la población en la villa y a la llegada de las primeras congregaciones religiosas se optara por comenzar a construir una capilla la que estaría hecha de adobes y techos de paja o totora.
El padre franciscano Beltran Cohenen propone como primera referencia temporal de la construcción de una capilla, al arribo de los primeros religiosos Agustinos en 1595. Ya que a pesar de que el religioso agustino Fray Pedro de Torres comprara el solar de las Calles Matta entre Brasil, Colon y Pedro Pablo Muñoz por la Barranca del Mar, estos no tuvieron una iglesia en ese lugar hasta el año de 1616 (Cohenen 1974), lo que hace suponer que habrían ocupado Santa Inés como lugar de establecimiento tal como los mercedarios ocuparon la ermita de Santa Lucia en los primeros años de su arribo. En las crónicas de la congregación Agustina de Chile mencionan que producto de la cercanía de la capilla con el solar del convento, los agustinos de La Serena habrían hecho uso momentáneo de Santa Inés (Villarejo 1997).
Primeras referencias documentales: Periodo Colonial.
Continuando con las referencias indicadas en el texto del padre Cohenen la primera referencia documental la encontramos en la relación hecha por el entonces Obispo de Santiago Francisco Salcedo (1622 – 1634) quien para 1631 anota en su paso por La Serena la siguiente descripción “Diré a Vuestra Majestad lo que vi en la ciudad de La Serena cuando la visité. Tiene cuatro conventos (eran los de la Merced, San Francisco, S. Agustín y Sto. Domingo) un Cura i Vicario, eremitas y un hospital” (Cohenen 1974 ). En esta referencia del Obispo da cuenta de más de una ermita y para ser mencionadas en dicho informe, se estima que ya para esos años debería tener las condiciones de una capilla.
La visita del obispo Salcedo obedecía a un profundo interés por conocer los confines de su extensa diócesis y de esta forma dar cuenta al monarca español de las difíciles condiciones con las que la iglesia sacaba adelante su labor evangelizadora, dichas referencias a la ermita las encontramos en su carta al rey de España fechada el 16 de agosto de 1633.
Las actas mas antiguas del cabildo de La Serena, las que se salvaron del incendio y saqueo del Bartolomé Sharp y en las que se basa el cronista Manuel Concha para ahondar en la historia de la ermita de Santa Inés, dan cuenta que para el 4 de enero de 1678, se celebraba oficialmente la fiesta de la Santa, eligiéndose al mayordomo que debía sufragar los gastos, tarea que para esos años le corresponde al Alcalde ordinario don Ramón Rojas Carabantes. Esta fiesta religiosa consistía fundamentalmente en una misa cantada, y muy probable, como costumbre de la época, una procesión.
Es importante señalar que dos años más tarde el pirata Sharp también hace una crónica de su nefasto paso por la ciudad en el año de 1680. “Encontramos en esta ciudad siete iglesias y una capilla; de las primeras cuatro pertenecían a conventos de frailes y todas tenían órgano para los oficios del culto” (en Cohenen 1974) estas siete iglesias serían: la Matriz, Sto. Domingo, La Compañía de Jesús, San Francisco, San Agustín, La Merced, Sta. Inés y Sta. Lucía.El paso de Sharp fue terrible, el sitio de la ciudad con el posterior saqueo e incendio de las iglesias y casas, hizo desaparecer importante documentación útil para adentrarnos en los primeros siglos de vida colonial así como obligaron a los vecinos a invertir esfuerzos en la reconstrucción posterior de sus viviendas, por lo tanto podemos asumir que Santa Inés, al igual que las demás iglesias, fue presa de las llamas y debió comenzar un nuevo proceso de reconstrucción después de 1680.
Como podemos ver la iglesia de Santa Inés ya es referenciada en el siglo XVII dentro de los templos importantes de la ciudad lo que nos da cuenta de su antigüedad y tradición en la vida cotidiana de la urbe colonial. A principios del siglo XVIII el viajero francés Amadeo Frezier menciona esta capilla en su plano de la villa de La Serena de 1713 y destacara a la ciudad por sus calles sin pavimentar y sus arboles de naranjos, paltos que le dan un magnifico forraje.
Plano de la Villa de la Serena, Amadeo Frezier, 1713.
Lo que si podemos deducir mediante la documentación disponible es que su rango eclesiástico había aumentado a mediados de siglo, probablemente se realizaran oficios litúrgicos importantes y por esta razón era necesario dotarla de mayores elementos para el culto, por esta razón Manuel Concha indica que para el año de 1751 consta en las actas del cabildo “Con motivo de celebrarse al día siguiente la fiesta de Santa Inés, se acordó reclamar una de las campanas de la capilla consagrada a la mencionada Santa, de los religiosos de San Juan de Dios (Concha 1871) Junto con otra perteneciente a la vicerarroquia de Santa Lucia (Turismo) campanas que fueran donadas por don Lorenzo de Acosta(Colegio Santa Inés, 1987). Cohenen estima que esta designación de viceparroquia se debe ante el mal estado la iglesia matriz (catedral actual) producto del terremoto del 7 de julio 1730 aunque no se puede asegurar con certeza esta última condición.
Años mas tarde en 1775 contamos con el informe del subdelegado Pedro Antonio Fontecillas y Villela que al hablar de la iglesia Matriz hace una referencia de la ermita; “tiene una capilla pequeña a extramuros, su título Santa Inés, que sirve de viceparroquia” (Concha 1871). Para poder entender este rango eclesiástico de viceparroquia hay que entender que la parroquia de La Serena era la Matriz, actual Catedral. En ella se inscribían los nacimientos, defunciones y matrimonios. Como podemos ver las parroquias cumplen una función administrativa, la condición de viceparroquia debe haber surgido en años que el curato de Cutún fundado en 1757 y que fue destruido por una crecida del río Elqui y su posterior traslado a fines del siglo XVIII al actual Algarrobito. Esto explicaría la razón de su calidad de viceparroquia al ser el lugar de registro de todos aquellos oficios que se realizaron en los extramuros de la ciudad.
Los primeros datos de una historia constructiva y de la materialidad de esta iglesia la encontramos en las actas del cabildo de La Serena las que en 1766 mencionan que “En vista de que la capilla de Sta. Inés se hallaba en construcción y que por tanto no podía celebrarse la fiesta acostumbrada el día 21 de enero se acordó invertir los fondos correspondientes a la mencionada fábrica” (Concha 1871).
Es muy probable que durante gran parte del periodo colonial la ermita presentara problemas constructivos entendido como largos periodos de carestía de materiales para su conclusión o rápida intervención. Manuel Concha declara en su crónica “Esta capilla no debió ser de mucha duración por su pobreza y el apartado lugar de su situación, como no lo fueron muchos edificios de mayores proporciones; en esta virtud debió pasar por algunas circunstancias aflictivas que no han llegado a nuestras noticias, por falta de documentos” (Concha 1871).
Periodo Republicano: su diseño actual.
A fines del siglo XVIII el terremoto de 1797 dañará severamente la construcción anterior dando paso a la forma que conocemos actualmente y con la que se le conoció durante los siglos XIX y XX.
Finalizaron las obras de la estructura gruesa y su nave en 1819, fecha que luce sobre el pórtico, siendo esta construcción financiada por la devota Señora Ordenes (Concha, 1871). Es importante destacar que la mayor parte de la construcción de esta iglesia se realizo durante el periodo de la independencia, proceso que al parecer no repercutió en la actividad religiosa. El Cronista Concha nos da cuenta de que Diez y siete años más tarde (1836), con fecha 28 de enero, don Santos Carmona solicitó de a la municipalidad se le concediese el terraplén que se hallaba a la mano izquierda de la calle que va de la Portada al poniente, incluyendo la tierra de que estaban formados los castillos de San Miguel y de la Bandera, para fabricar adobes para la reparación de la iglesia y torre de Santa Inés. Estos castillos a los que se refiere son las antiguas almenas que se levantaron junto al amurallamiento de la ciudad para la defensa a los posibles ataques de Corsarios y Piratas.
Iglesia Santa Inés. Fuente: no reconocida.
Adentrándonos en el siglo XIX la iglesia adquirirá su diseño final, tomando el campanario su actual forma, en 1870 En los tiempos modernos el templo siguió prestando servicio religioso, sufriendo sin duda modificaciones menores y reparaciones frecuentes, a raíz de los terremotos del 7 de julio de 1875 y 16 de agosto de 1880 y temblores que constantemente afectan la zona, que no llegaron a alterar su apariencia primigenia (Dirección Regional de Turismo, ) en la construcción de su campanario se puede apreciar la obra de arquitectos y constructores norteamericanos lo que se aprecia en la similitud con el campanario de la Iglesia San Juan de Dios, igualmente monumento nacional.
En 1968 se realizaron algunas modificaciones dirigidas por la Sra. Betty Rowe de Krassa, para que finalmente el terremoto de 1975 obligara su cierre. Producto de este evento sísmico la capilla es declarada Monumento Nacional, según Decreto Nº 933 DEL 24 De noviembre de 1977. Los temporales y el terremoto de 1997 resintieron fuertemente las paredes de adobe de la Iglesia, desplomándose los del muro derecho, debiendo soportar más de 15 años sostenidos solo por un débil andamiaje de Madera.
Aspectos Constructivos previos a la restauración.
El diseño que actualmente conocemos de la Iglesia Santa Inés es el que se consolidó entre 1819, fecha de termino de la estructura de la nave y 1870 cuando su campanario y fachada adquieren su estilo neoclásico actual.
- - La nave está desolada, sin el brillo de antaño que menciona Guarda y sin las santerías colocadas a sus costados.
- - Carece de cielo y su cubierta de zinc se encuentra en avanzado deterioro, donde el óxido ha corrompido gravemente su integridad.
- - El piso, constituido por tablas de pino oregón, se encuentra destrozado en el altar, y con desprendimiento en nave y sacristía.
- - Al coro se llega por una escalera de madera en malísimo estado
- - “la puerta principal, compuesta por dos hojas embadurnadas, están construidas por tablones de pino oregón, conservan sus roblones originales, con quicios con espigones embutidos en su parte inferior, en rebajes de piedra. También perduran el picaporte y una chapa antigua en desuso y posee un adovelado de piedra”[1]
- - Sus puertas laterales, compuestas por dos hojas también embadurnadas, están constituidas por tablones de pino oregón. Presentan daños en su parte inferior y hay presencia de polillas. También se ven los roblones originales y quicios similares a la entrada principal, su funcionamiento es excelente y se observan señales de cerrojos que ya no existen.
- - En el exterior de los muros se aprecian grietas y desprendimientos de revoque, en especial en la parte sur. Se ven restos de estucos de cal, visibles por desprendimiento del enlucido de barro y paja, dejando parte de la albañilería de adobes al descubierto, en el sector oriente. En el poniente, se ven ladrillos en el perímetro, coronado por tejas originales. En el norte, el muro no presenta ningún tipo de revoque, apreciándose deterioros graves en su estructura.
- - En su interior, en la parte oriente, hay grietas que se agudizan cerca del altar, donde se observa una posible ventana tapiada. El sector norte es la parte más dañada y se observan manchas de barro por efecto de las aguas lluvias. En el sector poniente, son visibles grietas profundas en la parte donde se encuentra la viga del coro el daño es mayor.
- - No se observa gran daño en la estructura de la torre, lo que parece admirable por su edad, que supera el siglo y por la ausencia absoluta de tratamiento preservativo. Una de las vigas de la parte oriente está dañada y le da una leve inclinación a la torre en sentido norte. En su interior se observan las dos pesadas campanas.
- - La sacristía, ubicada al costado de la nave, tiene su puerta exterior en mal estado, con las jambas fuera de lugar, pero su mampara funciona aceptablemente.
- - Al interior, los muros se hallan cubiertos por papel de diario pintado, y se observa un zócalo de arpillera. Tiene una puerta pequeña en el muro oeste, dañada en su parte inferior, por la cual se ingresa a una pequeña pieza estrecha, con una ventana que posee delgados barrotes.
Descripción: Tiene una sola nave rectangular de 27,50 m x 6,20 m interiores y una sacristía perpendicular a la nave, conformando un pequeño patio alargado de proporciones muy acertadas. La torre consta de dos tambores; ubicada al centro del cuadrado de la fachada donde se encuentra el acceso principal, cuyo vano remata en arco de medio punto. A ambos lados de este acceso se encuentran cuatro pilastras de piedra que en conjunto armonizan muy bien como respuesta a un neoclásico del siglo XIX. Existe además un acceso lateral que da al patio interior con pavimento de huevillo original donde se encuentran la escalera de acceso al coro. En la zona del presbiterio otras dos pilastras de piedra, una a cada lado, podrían corresponder de base para un arco toral. La sacristía se compone de dos recintos.
Aspectos constructivos: su construcción es de adobe con fundación de piedra; el espesor de los muros sobrepasa al metro; sobre ellos se encuentran soleras amarradas con los canes que salen al exterior. El perimetral oriente tiene hasta media altura, un espesor de 2 m. este mayor espesor que se proyecta en saliente recibe cuatro machones de los cuales solo queda uno.
El piso de la nave es de madera aunque probablemente el anterior haya sido de ladrillo. La remoción del cielo de madera ha dejado a la vista la estructura de pares y nudillos. La cubierta originalmente de tejas se cambió por planchas de zinc. La torre toda es de madera.
Entorno: vista desde una cierta perspectiva Santa Inés se eleva en un destacado ángulo de la ciudad; su torre emerge sobre una homogénea área de edificaciones tradicionales de una sola planta. Es el remate de una de las calles que arrancan de la plaza mayor, reforzando con esto la verticalidad de la torre. La fachada de la iglesia está desplazada en relación a la línea de fachada de otros edificios de la cuadra, formando así una plazuela.
Propietarios: Obispado de La Serena, (comodato con la I. Municipalidad de La Serena para su restauración y uso como centro de interpretación del patrimonio religioso)
[1] Proyecto de Restauración templo Santa Inés, Gutiérrez y Gordillo.
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